El proyecto que hemos realizado finalmente consiste en un edificio de experiencias audiovisuales.
Pero, ¿qué quiere decir esto?
Nuestra idea era conseguir realizar un lugar en el que se pueda disfrutar del cine, de las imágenes, de la luz y del sonido de una manera diferente a la que, por lo general, estamos acostumbrados. A fin de cuentas, el cine tiene un componente especial. Como arte que es, posee un punto que hace que los sentimientos afloren en aquellos que lo están presenciando, hace que la gente llore, ría, recuerde, se enfade o sienta pánico; y todo ello a través de la luz, el sonido y el color. Pero, muy importante, nunca hay que olvidar que el ambiente en el que se van a producir este cúmulo de sensaciones es fundamental. Es en esos sitios donde se "redescubre" la magia del cine; la que permite que personas de cualquier lugar del mundo, desde la India hasta Finlandia, se sientan identificadas con la historia que se cuenta, que boten en sus asientos de terror o lloren a lágrima viva ante escenas que derretirían hasta el corazón de hielo del más duro del lugar. Oscuridad, tranquilidad y un algo que te envuelve desde el momento en el que entras en la sala son algunos de los elementos que hacen de estos sitios lugares especiales.

Hoy en día, con todos los macro-cines y salas gigantes de proyección, el "nuevo" invento del 3D y todos los intereses publicitarios que mueven esta industria, parte de esa magia del cine se está perdiendo.
Dónde quedaron los cines al aire libre, el glamour del Hollywood de los años 20 o el poder disfrutar de una película sin oír durante toda la misma el "cras cras" de las palomitas de la sala entera...
Es por eso mismo que, después de haber visto el trabajo de Foster para la última Bienal de Venecia, nos hemos propuesto conseguir, mediante el propio edificio, que los sentimientos y las sensaciones del cine se magnifiquen al vivir esta experiencia.
Imagen del trabajo de Foster en la Bienal de 2012
Y que mejor lugar para intentar conseguir esto que una ciudad como Marsella; que el año que viene será Ciudad Europea de la Cultura; en la que montones de culturas conviven día a día con todas sus diferencias al aire y que tiene un clima lo suficientemente bueno como para que la vida en la calle sea algo natural.
A partir de estas ideas básicas, es entorno a las cuales se ha ido desarrollando el proyecto. De este modo, nuestro programa consta de varios espacios interiores en los que poder disfrutar de las experiencias de distintas maneras. Por un lado se encuentran los cubos cerrados, que permiten un visionado más privado; y por otro las distintas plataformas de proyecciones. A estos espacios se accede atravesando un telón rojo de policarbonato con tiras de silicona en la parte baja que recubre la fachada opaca, y que se va girando hacia La Charité, dándole a conocer a la misma el nuevo edificio.
Croquis con las ideas de la organización de los espacios de proyección.
Además este edificio pretende ser un suplemento a las actividades culturales que ya se realizan en la antigua edificación vecina.
Planta de situación del edificio.
Alzados diurno y nocturno del edificio y el entorno.
Una vez dentro, hemos querido resaltar la necesidad de la oscuridad como algo fundamental, por lo cual todas las fachadas son opacas y las luz que se puede ver en el interior procede de las proyecciones. Por otro lado, la zona de plataformas de proyección consta de tres espacios diferentes a distintas alturas en los que las proyecciones se pueden vivir de maneras no ordinarias: una plataforma de redes, una de "olas de madera" y la última es un bosque de sillas colgantes.
En cuanto al exterior del edificio, en la parte superior del mismo, detrás de la medianera desplazada, se puede encontrar el bar, al que se accede siguiendo un recorrido interior que rodea los cubos y permite apreciar todo el espacio interno del edificio de un solo paseo.
Detalle del telón propuesto en fachada.
Por otro lado, la plaza directamente externa y contigua al edificio ha sido tratada para permitir que la gente se siente ahí, a charlar, disfrutar del buen tiempo o, simplemente, que continúen las actividades de la parte de arriba de la misma en un nuevo espacio abierto.
Planos de la plaza exterior
De este modo, se podría decir que nuestro edificio queda organizado como un espacio con alturas variadas en el interior, más que como uno de X alturas.
Plantas de las diferentes alturas del edificio.
El resultado final sería este...